Ucrania ha experimentado un crecimiento exponencial en la fabricación de drones, aumentando más de 100 veces su producción desde el inicio de la invasión rusa en 2022, marcando un cambio significativo en su estrategia de defensa y desarrollo tecnológico.
La industria ucraniana de drones ha alcanzado un auge sin precedentes en respuesta a la invasión rusa, con un incremento superior al 100% en su producción. Este aumento refleja el enfoque estratégico de Ucrania en el desarrollo y utilización de drones para fines militares, como la vigilancia y el ataque a objetivos enemigos. Empresas como Skyeton, que fabrica el sistema de drones Raybird-3, han acelerado significativamente sus procesos de producción. El Raybird-3, en uso desde 2018, es un dron versátil capaz de realizar vuelos de reconocimiento a 120 kilómetros de distancia.
Las empresas ucranianas han tenido que adaptarse a los desafíos de seguridad, dispersando sus operaciones para protegerse de ataques rusos. Además de Skyeton, otras compañías como Ukrspecsystems han avanzado rápidamente en el desarrollo de nuevos modelos, como el dron de reconocimiento Shark, que fue desarrollado y probado en solo seis meses.
Los drones no solo se utilizan para reconocimiento, sino también para ataques precisos. Los modelos populares entre las fuerzas armadas ucranianas incluyen Shark, Leleka-100, Furia, Valkyrie y PD-2, así como drones de despegue vertical capaces de transportar y lanzar pequeñas bombas. Uno de los desarrollos más recientes es el dron kamikaze Beaver, fabricado por UkrJet, que puede volar hasta 1.000 kilómetros.
Ucrania ha experimentado un crecimiento exponencial en la fabricación de drones, aumentando más de 100 veces su producción desde el inicio de la invasión rusa en 2022, marcando un cambio significativo en su estrategia de defensa y desarrollo tecnológico
El aumento en la producción de drones ha sido impulsado en parte por el proyecto gubernamental Ejército de Drones, que ha atraído a numerosos fabricantes privados. A pesar de este impresionante crecimiento, los expertos y funcionarios del gobierno ucraniano, como Giorgi Tskhakaia y Valeriy Romanenko, reconocen la necesidad de drones más grandes y avanzados para operaciones más efectivas contra objetivos rusos.
La estandarización de componentes entre diferentes fabricantes es un desafío pendiente, pero la filosofía de mercado abierto y la libre competencia promovida por el proyecto Ejército de Drones sugiere un enfoque en la innovación y el desarrollo de productos variados para superar a Rusia en términos de tecnología militar.