En una lucha contra el tiempo y las llamas, Santa Cruz enfrenta una crisis ambiental con 16 incendios forestales activos que se propagan por nueve municipios, desafiando los esfuerzos de los bomberos y poniendo en riesgo el ecosistema local.
El departamento de Santa Cruz en Bolivia se encuentra en estado de emergencia debido a la presencia de 16 incendios forestales activos que están afectando a nueve municipios clave. Según Pablo Sauto, Secretario de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente, las llamas se extienden por San Ignacio de Velasco, Concepción, Roboré, San Antonio de Lomerío, San Matías, Pailón, El Carmen Rivero Torrez, San José de Chiquitos y Puerto Suárez, lo que ha llevado a una movilización masiva de brigadas de bomberos en un intento desesperado por controlar la situación.
Los esfuerzos han dado algunos frutos, como el incendio en Ipias (Roboré) que está siendo controlado, y la exitosa liquidación del fuego en el Parque Nacional Amboró el pasado sábado. Sin embargo, el desafío sigue siendo monumental, con 3.328 focos de calor detectados este domingo, un aumento alarmante desde los 9.385 del día anterior, acumulando un total de 58.712 en lo que va del mes.
La esperanza se centra ahora en las lluvias pronosticadas, que podrían jugar un papel crucial en la mitigación de estos incendios y la reducción de la humareda que asola a estos municipios. Este escenario no solo plantea un desafío inmediato para la seguridad y el medio ambiente, sino que también subraya la necesidad urgente de estrategias de prevención y control de incendios forestales más robustas en la región.